En el corazón del desierto de Dakhla, Dar Tawarta alberga un verdadero milagro de la naturaleza: un jardín experimental donde prosperan árboles frutales y plantas exóticas. Este jardín, alimentado por agua sulfurosa de 8,000 años de antigüedad, es un oasis de biodiversidad en medio del desierto. Aquí, plataneros, papayas, guayabas e incluso algarrobos florecen, desafiando las condiciones climáticas extremas de la región. Este jardín no solo es un símbolo de resiliencia, sino también un testimonio del compromiso ecológico de Dar Tawarta.
Los visitantes pueden pasear por este asombroso jardín, recoger frutas frescas y descubrir las técnicas agrícolas empleadas para crear este oasis verde. Aquí, todo está diseñado para respetar el medio ambiente. El agua, tan preciosa en esta región, se utiliza con moderación e inteligencia. Las técnicas de compostaje y la agricultura orgánica aseguran que las frutas y verduras se produzcan sin productos químicos, ofreciendo a los visitantes una experiencia gastronómica en armonía con la naturaleza.
Pero este jardín es más que un simple lugar de producción. Encapsula el espíritu de Dar Tawarta: el deseo de mostrar que, incluso en las condiciones más duras, la vida puede prosperar si se cuida y se respeta adecuadamente. Cada visitante que pasea por este jardín se lleva consigo una lección de resiliencia y, quizás, una nueva visión de lo que la naturaleza puede lograr, incluso en los lugares más inesperados.